Nadie debería tratar de dañar nuestra reputación. Nadie tiene derecho a entrar en nuestra casa, abrir nuestras cartas o molestarnos a nosotros o a nuestra familia sin una buena razón.
Nadie debería tratar de dañar nuestra reputación. Nadie tiene derecho a entrar en nuestra casa, abrir nuestras cartas o molestarnos a nosotros o a nuestra familia sin una buena razón.